Indaga a cárteles de la droga y amenazas a la seguridad nacional, señala agente a cargo en El Paso

By Staff

La situación geográfica de El Paso, por estar ubicada en la frontera con México, representa un reto para el Buró Federal de Investigaciones (FBI), bajo la constante alerta sobre posibles amenazas a la seguridad nacional, procedentes del sur del Río Grande.

Así lo dio a conocer el agente especial Jeffery R. Downey, encargado desde hace más de un año en El Paso de la emblemática dependencia federal, que ha mantenido su presencia en la región por más de cien años.

“La mayoría de lo que pasa aquí está direccionado por la frontera”, dijo Downey en entrevista con El Diario de El Paso. “Así que tenemos que entender cómo la frontera impacta aspectos de amenaza a la seguridad nacional”.

Agrega que desde un punto de vista criminal, la actividad de los cárteles mexicanos de las drogas, con operaciones en ambos lados de la línea divisoria, así como las organizaciones delictivas que operan en ambos países representan un foco para el FBI.

“Tenemos una fuerza de ataque en conjunto con la DEA –Agencia Antidrogas– e Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), así como otros socios, para remover droga a través de la frontera”, dice el veterano, con 20 años de experiencia en la agencia.
En un recuento de poco más de un año que ha estado a cargo de la oficina de El Paso, explica que las pandillas criminales también forman parte de los objetivos de la agencia, en particular en casos binacionales. Para ello tratan los tiroteos desde una perspectiva de pandillas, dice.

“También tenemos casos de secuestros de migrantes. Personas que son traídos a los Estados Unidos y los mantienen en cautiverio hasta que pagan un rescate”, explica Downey. “Hemos visto un incremento de estos casos durante el año”.

Aclara que el FBI no se enfoca en el tráfico de humanos, eso le corresponde a HSI, una dependencia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). No obstante, en cuanto se enteran de individuos secuestrados entran a la investigación “de manera agresiva”.

En lo que va del año han arrestado a 13 individuos y liberado a 82 cautivos, como parte de una labor conjunta con la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos (USBP). Hasta el momento han visto una reducción en los casos.

“No importa cuál sea su estatus migratorio, el FBI no descansa hasta asegurarnos de su liberación y seguridad”, aclara.

Nativo del Medio Oeste, y con una carrera en su mayoría en la Costa Este, Downey señala que en ninguna parte tuvo la experiencia que ha tenido durante estos meses a cargo de la oficina de El Paso, que abarca otras ciudades del Oeste de Texas, como Alpine y Midland/Odessa.

“Tenemos los riesgos de individuos que tratan de cruzar la frontera, así que estamos en contacto con la Patrulla Fronteriza y Aduanas y Protección Fronteriza para identificarlos y tratar de que no entren al país personas con malos antecedentes”, dice.

En cuanto a la más reciente crisis migratoria, agravada con la llegada a El Paso de más mil 500 solicitantes de asilo diarios, en su mayoría venezolanos, señala que el FBI se mantiene también en alerta.

“La Patrulla Fronteriza y CBP trabajan en la línea frontal del problema migratorio, pero estamos en comunicación constante para evitar que ocurran situaciones que se desborden”, puntualiza.

Un año de retos

Downey llegó a El Paso en julio del año pasado, justo en el momento en que Estados Unidos realizó la Operación Allies Welcome –Bienvenidos Aliados– en la que se reubicó en el país a miles de refugiados afganos, tras la retirada norteamericana de Afganistán.

A El Paso llegaron 11 mil de estos refugiados, los cuales fueron ubicados de manera temporal en Fort Bliss.

“Fue algo que no esperaba; que El Paso fuera el centro para enviarlos a todo el país. El FBI tenía la batuta sobre las otras agencias, para evitar amenazas de la seguridad nacional. Fue un gran reto”, dice.

Agrega que su arribo a la Ciudad del Sol ocurrió al final del gran aislamiento por el Covid, período en el que muchas personas tuvieron retos personales en sus vidas.

“Han sido dos años en que muchos grupos comunitarios no querían reuniones en persona, lo cual nos forzó a salir a promover lo que es el FBI y lo que significa para nuestra nación”, expresa.

Crímenes violentos y sexuales

A lo largo de su encargo, a Downey le ha tocado ver que –a pesar de la baja criminalidad en El Paso, se han incrementado algunos delitos violentos como el robo de bancos.

También se elevaron casos de predadores sexuales y mantienen la vista en casos de corrupción gubernamental, así como las estafas a adultos mayores, algunos de los cuales ni siquiera se dan cuenta que son víctimas.

“Por ocho años no tuvimos robos de banco en El Paso y este año van dos.

El más reciente fue hace unas semanas en GECU”, dice el agente especial a cargo. En el otro asalto registrado este 2022 ya ha sido detenido un sospechoso.

“La corrupción pública es algo que se ha venido incrementando. Todos queremos honestidad de nuestros líderes”, expresa Downey. “Somos la única agencia que se enfoca en la corrupción pública en todos los niveles de gobierno: local, estatal y federal. Nos corresponde realizar investigaciones”.

Entre los delitos que caen dentro de la jurisdicción federal se ubican los ataques sexuales a niños y menores. Ahí también entra el FBI.

“Hemos visto un incremento en extorsiones sexuales, que es cuando le dices a una personas que cometa actos sexuales enfrente de una cámara en internet o si no van a enviar sus fotografías o imágenes sexuales a sus familiares y amigos”, cuenta el agente desde sus oficinas.

“Tenemos a nuestro equipo de trabajo de explotación sexual para asegurarnos que esas personas sean identificadas y poder sacarlas de las calles”, expresa.
De igual manera, cuentan con unidades especiales para la defensa de los derechos civiles: personas que son atacadas por su raza, religión y etnicidad.

“Es nuestra misión vigilar que no se violen sus derechos”, enfatiza el entrevistado.

Cibercrímenes al alza

Ante la globalización de los sistemas de información, Downey señala que los ataques cibernéticos se han convertido en una amenaza creciente para la seguridad nacional
“Muchos estados y entidades están atacando la integridad de nuestro país. Atacan a empresas y entidades de gobierno con esquemas de chantaje”, dice sin ahondar más en detalles.

El reto es tal que ha obligado al FBI a modernizarse y a incrementar la fuerza de trabajo, no solo con agentes, sino con expertos técnicos como un analista de datos que trabaja en El Paso para enfrentar este tipo de amenazas.

“Parte del proceso es que nuestros socios aquí y en el Permian Basin –la zona petrolera de Midland y Odessa– tengan la información más actualizada sobre posibles peligros”, dice Downey.

Y aunque muchas veces las personas no quieren compartir que fueron atacados, sí se puede evitar que haya más víctimas.
“A diferencia de otros delitos, en los ataques cibernéticos no hay fronteras, por lo que debemos educar y crear confianza”, concluye el entrevistado.

El Diario de El Paso / Jeffery R. Downey en entrevista/Armando Vélez/El Diario de El Paso

Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *