By Staff
El Departamento de Educación redujo su amplio programa de alivio de la deuda estudiantil que arropa a millones de estadounidenses cuyos préstamos estudiantiles federales están en propiedad de compañías privadas.
La decisión, según informó la administración Biden, es una serie de preocupaciones de que la industria lo impugnará en los tribunales. El cambio de política, según un vocero del Departamento, afectará «solo a un pequeño porcentaje de prestatarios».
El recuento. La acción se produjo cuando el gobierno de Joe Biden vio de cerca sus primeros desafíos legales importantes sobre el programa, uno que desde el Partido Republicano se ha criticado y calificado como de uso ilegal del poder ejecutivo.
También se le ha señalado de ser excesivamente costoso para los contribuyentes.
Préstamos federales en manos de entidades privadas bajo el programa Federal de Préstamos para la Educación Familiar, representan solo algunos de los 45 millones de estadounidenses que deben préstamos federales.
Sin embargo, el problema está en los intereses comerciales que rodean al programa, lo que lo convierten en una amenaza legal para la administración.
Desacuerdo. Este mes, 22 gobernadores estadounidenses firmaron una carta dirigida al presidente Joe Biden para solicitarle que retire el plan de condonación de préstamos estudiantiles con el que se cancelarán hasta $22 mil para los prestatarios de ayuda federal.
En la carta aseguran que pese a que apoyan que la educación superior sea más asequible y accesible para los estudiantes, se oponen al plan de Biden “de obligar a los contribuyentes a pagar la deuda de préstamos estudiantiles de una minoría”.
Todos republicanos, los firmantes aseguran que los estadounidenses que cuentan con menores ingresos pagarán las deudas de médicos, abogados y profesores «con la mayor deuda, como $50 mil o más».