Estados Unidos soportó el vendaval de Irán y calificó con drama a los Octavos de Qatar 2022
By Staff
Estados Unidos está en la siguiente ronda. Cumplieron su obligación contra Irán en el Estadio Al-Thumana. Christian Pulisic volvió a demostrar en Qatar 2022 que está diseñado para los momentos de apremio. El diez apareció cuando su equipo más lo necesitaba. El empate 0-0 era un mal resultado para ellos y tenían que hacer todo para romperlo, aunque la Irán de Carlos Queiroz haya tomado el protagonismo al comienzo del partido, sabedores también de que un victoria les daría el pase directo a la siguiente ronda y hasta un posible liderato, si Inglaterra no reaccionaba contra Gales (al final golearon 3-0).
Pero Estados Unidos resistió bien en defensa todos los ataques de Irán y fue paciente para esperar su momento en el partido. Si contra Gales e Inglaterra les faltó la contundencia, un mal que podría adjudicarse a la falta de experiencia del colectivo, aquí no perdonaron. Todo nació en los pies de Weston McKennie, que cuando está en su mejor versión no le pide nada a los grandes nombres del futbol mundial. El centrocampista de la Juventus encontró a Sergiño Dest en el área y este recentró el balón de cabeza para permitir que Pulisic empujara al fondo de las redes.
El 1-0 fue doloroso en el mas literal de los términos. Beiranvand, portero de Irán, salió a achicar y chocó con Pulisic en el remate. El golpe ameritó que la joya estadounidense saliera unos minutos del campo para recibir atención médica. Ni siquiera pudo festeja el gol, pues su gesto de dolor se hizo presente desde el primer momento. Después de los instantes de drama, y de que incluso el entrenador le pidiera que no regresara, Pulisic se metió de nuevo al campo para acabar el primer tiempo. Irán quedó sacudida por el tanto, ya sin la respuesta enérgica que tanto les caracterizó en el amanecer del partido, cuando se creían capaces de consumar una hazaña. Preparaban una reacción única para el complemento.
Y, al final, Pulisic tuvo que ceder su lugar. Ese fue el precio a pagar por haber marcado: perderse los 45 minutos más calientes para su equipo en lo que va del Mundial. El drama se extendió hasta el fin del partido. Irán nunca terminó de aceptar su eliminación. Lo hicieron todo para volver la partido: un solo gol, para provocar el empate, les daba el acceso a la siguiente ronda. La goleada de Inglaterra a Gales hizo que pensaran en ellos mismos, en su destino. Estados Unidos no tuvo más remedio que tirarse atrás y soportar el vendaval iraní. En la recta final, no le importó a Gregg Berhalter sacar a sus pistones ofensivos, como McKennie y Dest, para reforzar la defensa con Zimmerman y Moore.
Los norteamericanos pagaron caro el boleto. Además de Pulisic, salió tocado Josh Sargent, el punta del cuadro, después de una dolorosa caída. Tendrá que contar con todo su poderío el equipo de las barras y las estrellas si quieren ser un sinodal de primera línea para Países Bajos, que ha terminado la primera ronda invicto y tiene como intención volver a los primeros planos de una Copa del Mundo tras perderse Rusia 2018.
Turner, el guardameta de Estados Unidos, no tuvo tranquilidad. Ghoddos estuvo a nada de marcar un gol antológico. Un cabezazo de Nourollahi puso a temblar a todos, pero la suerte le sonrió a los de Berhalter. Tuvo una última oportunidad la valerosa Irán cuando Taremi encontró un balón en el área, pero no pudo rematar con comodidad y Turner tapó de milagro entre sus dos piernas. Los iraníes reclamaron penal de Carter-Vickers, pero Mateu Lahoz, árbitro español, no cedió a la presión e ignoró una jugada que, tal vez, otro árbitro había señalado —tomando en cuenta el rigor de las marcaciones durante esta Copa—.
Estados Unidos avanzó, pero Pulisic, su salvador, salió lesionado al mediotiempo. (Reuters)
Se va Irán, pero pueden hacerlo con la frente en alto. No tienen ningún reproche que hacerse: se levantaron de una goleada humillante en el primer partido, contra Inglaterra, para mantenerse con vida hasta el último suspiro de la fase grupal. Estados Unidos salió airoso, pero la salud de su efigie, Pulisic, es un incógnita que les quitará el sueño durante los próximos días.
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