By Staff
Una operación de contrabando de migrantes fue frustrada con la ayuda de tecnología de rayos X en un puesto de control de la Patrulla Fronteriza de Texas a principios de este mes, un día después de que agentes en la misma instalación i nterceptaran un camión que transportaba metanfetamina líquida disfrazada de lejía, informaron las autoridades federales.
Los dos descubrimientos fueron realizados por agentes de la Patrulla Fronteriza en el puesto de control de Falfurrias en Texas, a unos 40 minutos al norte de la frontera internacional entre Estados Unidos y México.
Primero, el 8 de diciembre, los agentes detuvieron un camión comercial de 18 ruedas y encontraron más de 3,000 libras de metanfetamina dentro de contenedores disfrazados de productos domésticos cotidianos, según la Patrulla Fronteriza de EE.UU.
El contenido dentro de las 1,400 botellas dio positivo por metanfetamina líquida. Tiene un valor estimado en la calle de más de $100,000 dólares.
La redada es la tercera mayor incautación de metanfetamina en la historia de la Patrulla Fronteriza, dijo la agencia en un comunicado de prensa.
Al día siguiente, se tomaron rayos X de una camioneta que transportaba un tráiler de campamento y se encontraron 15 inmigrantes ilegales escondidos en su interior .
El 9 de diciembre, agentes de la misma instalación de Texas encontraron a cuatro migrantes metidos en un compartimento metálico de una pavimentadora de carreteras.
Cuando el equipo de construcción pasaba por el retén de Falfurrias, los agentes notaron una placa de metal con tornillos sueltos y la abrieron, encontrando a las cuatro personas sin vía de escape y con aire limitado.
Los conductores y los migrantes en ambos casos fueron detenidos por agentes de la Patrulla Fronteriza.
Los contrabandistas a menudo recurren a medidas peligrosas y desesperadas para transportar drogas y personas al país.
En junio, 53 migrantes murieron después de quedar atrapados dentro de un camión con remolque en condiciones sofocantes sin aire ni agua durante horas antes de ser descubiertos en San Antonio, Texas. Sus muertes son el evento de contrabando más mortífero conocido en la historia de los Estados Unidos.
(Con información:Alejandro González)