Una etapa de la vida de los niños y niñas que se adelanta por diversas razones y que puede causar ansiedad y temor, además de otras complicaciones

Por Ileana Delgado Castro

No es común en la población infantil, pero el diagnóstico de pubertad precoz -un término que se refiere a la aparición de signos físicos del desarrollo sexual a una edad temprana-, siempre causa mucha preocupación en los padres. Además de que a los niños les puede crear ansiedad y temor por unos cambios que no entienden. Una etapa en la que el cuerpo infantil crece o “madura” a una edad inusualmente temprana, generalmente antes de los 8 años en las niñas y de 9 en los varones.

Eso implica que pueden crecer rápido al principio y ser altos en comparación con sus pares. Pero, debido a que sus huesos maduran más rápido de lo normal, también detienen el crecimiento antes de lo usual y “puede causar que cuando sean adultos tengan una estatura menor que la de los demás y no que alcancen su potencial de altura adulta”, advierte la doctora Carolina Currais, endocrinóloga pediátrica de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas.

La pubertad se define como el periodo en el que los niños inician el desarrollo de las características sexuales secundarias, así como ciertos cambios físicos, explica la endocrinóloga pediátrica.

La edad en la que comienza depende de muchos factores. Pero, según la endocrinóloga, generalmente comienza entre los 8 y 13 años en las niñas y entre los 9 y los 14 años en los niños.

Es, además, cuando hay un crecimiento de huesos y músculos, cambios en la forma y el tamaño del cuerpo y el desarrollo de la capacidad reproductiva.

“Pero la pubertad precoz es cuando esos cambios comienzan antes de lo que es esperado. En las niñas, en el 90% de los casos, se considera que la causa es idiopática, que no se puede determinar. Mientras que, en los varones, entre el 25 al 60% también es idiopático, pero en el otro por ciento, usualmente hay una causa que es identificable”, explica la doctora Currais, quien señala que en los últimos años se han identificado mutaciones en los genes que pueden poner a algunos niños a mayor riesgo, además de otros factores que muchos padres no están al tanto de sus peligros y que son de uso diario en el hogar.

Algunos signos y señales

Según la doctora Currais entre los signos y síntomas de la pubertad precoz en niñas y varones incluyen las siguientes características (antes de los 8 años en las niñas y antes de los 9 en los niños):

♦ Crecimiento de los senos y primer período menstrual en las niñas

♦ Agrandamiento de los testículos y el pene, vello facial y aumento de la gravedad de la voz en los niños

♦ Vello púbico o en las axilas

♦ Crecimiento acelerado

♦ Acné

♦ Olor (sudor) corporal de adulto

Causas y diagnóstico

La doctora Currais advierte sobre el riesgo a la exposición de los niños a fuentes externas de estrógeno o testosterona, como cremas y ungüentos que, generalmente, las usan los adultos de la casa para, entre otros usos, desarrollar musculatura.

“Siempre se tiene que indagar un poco (con los padres) porque hay veces que en las casas los niños están expuestos a esas cremas y cuando los padres abrazan, la piel del niño puede absorber la crema”, advierte la endocrinóloga. Pero también resalta que la exposición a ciertos aceites esenciales, como el de lavanda y el del árbol del té (”Tree Tea Oil), que se usa habitualmente para tratar el acné, los piojos y las picaduras de insectos, pueden tener un efecto en los niños.

Mientras que las causas patológicas de la pubertad precoz, explica la doctora Currais, pueden incluir alguna malformación en el área del hipotálamo, en la pituitaria, así como tumores e infecciones en el cerebro.

Según la especialista, la razón por la que este proceso comienza antes en algunos niños depende de si tienen pubertad precoz central o pubertad precoz periférica. En la central, por ejemplo, no existe un problema médico de fondo y no existe un motivo identificable para la pubertad temprana. Mientras que, para la pubertad precoz periférica, la causa es la liberación de estrógeno o testosterona en el cuerpo debido a problemas en los ovarios, los testículos, las glándulas suprarrenales o en la glándula pituitaria.

Hace unos años se hablaba de que la utilización de hormonas para el crecimiento de pollos destinados al consumo humano también era una causa de pubertad, pero hasta ahora no está científicamente comprobado. “No se ha probado científicamente que sea una causa, pero sí se ha visto asociado a desórdenes alimenticios como la obesidad y los niños obesos pueden estar un poco más a riesgo de desarrollar pubertad precoz”.

Según explica la endocrinóloga pediátrica, el inicio normal de la pubertad (generalmente comienza entre los 8 y 13 años en las niñas y entre los 9 y los 14 años en los niños) se da cuando comienza el proceso de producción de la hormona liberadora de gonadotropina (Gn-RH) que, al llegar a la glándula pituitaria, causa la producción de más hormonas en los ovarios para las mujeres (estrógeno) -encargado del crecimiento y desarrollo de las características sexuales femeninas; y en los testículos para los hombres (testosterona), responsable del crecimiento y desarrollo de las características sexuales masculinas. “La razón de que este proceso comience antes en algunos niños depende de si tienen pubertad precoz central o pubertad precoz periférica”.

De la misma forma, el tratamiento va a depender de la causa, aunque en algunos casos, no hay una que se pueda identificar, señala la doctora Currais. En este caso, es posible que, dependiendo de su edad y de la rapidez con que avance la pubertad, el médico solo decida monitorearlo para ver cómo se desarrolla.

Sin embargo, los niños con pubertad precoz central, en la que no hay una enfermedad subyacente, la endocrinóloga explica que se puede tratar, generalmente, con una inyección mensual de un medicamento conocido como “acetato de leuprorelina (Lupron Depot), triptorelina (Trelstar, Triptodur Kit), que retrasa el desarrollo” y que se administra hasta que alcanza la edad normal de la pubertad.

La doctora Currais también recomienda que, debido a que estos niños pueden tener problemas de autoestima o ser extremadamente tímidos debido a que no sabe cómo enfrentar estos cambios, la terapia psicológica los puede ayudar a entender y manejar las emociones, los problemas y los desafíos que acompañan a la pubertad temprana.

Algunas complicaciones

Según el portal de información de salud de Mayo Clinic, entre las posibles complicaciones se incluyen las siguientes:

♦ Poca estatura. Los niños con pubertad precoz pueden crecer rápido al principio y ser altos en comparación con sus pares. Pero, debido a que sus huesos maduran más rápido que lo normal, también detienen el crecimiento antes de lo usual. Esto puede hacer que cuando sean adultos tengan una estatura menor que la de los demás. El tratamiento temprano de la pubertad precoz, especialmente cuando esta se produce en niños o niñas muy pequeños, puede ayudarlos a ser más altos de lo que serían sin el tratamiento.

♦ Problemas sociales y emocionales. Las niñas y los niños que comienzan la pubertad mucho antes que sus pares pueden ser extremadamente tímidos en cuanto a los cambios que se producen en su cuerpo. Esto puede afectar su autoestima y aumentar el riesgo de depresión o consumo de drogas.

Foto cortesía. Los niños con pubertad precoz pueden crecer rápido al principio y ser altos en comparación con sus pares, pero debido a que sus huesos maduran más rápido que lo normal, también detienen el crecimiento antes de lo usual. (EFE/ Fernando Alvarado) (FERNANDO ALVARADO)

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