El grupo criminal que se adjudicó el ataque con la firma “NCDJ” (Nuevo Cártel de Juárez) acusó de traición a las víctimas, por aliarse o subordinarse con Roberto G.H. alias “El 04”.
La masacre de 11 hombres otra vez en Ojinaga fue una réplica del temblor que sacudió la región la primera semana de este mismo mes, a causa, de acuerdo con lo que ha trascendido de las investigaciones, de una traición que fracturó al grupo dominante de La Línea o Cártel de Juárez.
-Reconoce Maru a Ejército y Guardia Nacional
-Jalará rector orejas en UACH Juárez
-Corral y Yunes, vergüenzas de la Comisión de Justicia
La masacre de 11 hombres otra vez en Ojinaga fue una réplica del temblor que sacudió la región la primera semana de este mismo mes, a causa, de acuerdo con lo que ha trascendido de las investigaciones, de una traición que fracturó al grupo dominante de La Línea o Cártel de Juárez.
En aquella primera ocasión, como dimos cuenta de forma oportuna, fueron seis los muertos oficialmente registrados y levantados por las autoridades, en una serie de topones entre la ciudad fronteriza y los vecinos municipios de Coyame y Manuel Benavides.
Por el mensaje dejado entre los cadáveres, dos de ellos decapitados, el grupo criminal que se adjudicó el ataque con la firma “NCDJ” (Nuevo Cártel de Juárez) acusó de traición a las víctimas, por aliarse o subordinarse con Roberto G.H. alias “El 04”.
Hay algo de historia entre los emisores y el receptor del mensaje delictivo. El tal Roberto fue de los mandos de La Línea que estaban subordinados a Sergio M., alias “El Menchaca” o “El Robin” para las autoridades de Estados Unidos, a las que se entregó de rodillas en el cauce medio seco del río Bravo hace poco más de un año, en lo que supuestamente fue un arranque paranoide, sintiéndose traicionado por su gente.
Caído “El Menchaca”, la extensa plaza del desierto ubicado en el noreste del estado, desde los límites de Aldama hasta la frontera con Presidio, Texas, fue entregada a un sucesor al que trataron de encontrarle debilidades los antes subordinados a La Línea.
Así, aliados además con otro grupo criminal rival con arraigo en Durango, fraguaron el intento de apoderarse del control regional, pero fueron repelidos a cañonazos de calibre .50 de los que varios no pudieron salvarse.
Por eso, a esas seis bajas del pasado domingo 8 de septiembre, vienen a sumarse las 11 víctimas de ayer, producto de ese conflicto que duró meses gestándose y todavía podría generar más sobresaltos.
En el marco de este repentino brote de violencia regional, y también tras la aprobación de la reforma constitucional que formaliza el pase de la Guardia Nacional a las Fuerzas Armadas, la gobernadora Maru Campos hizo un reconocimiento público al Ejército por la colaboración mostrada con su administración.
“El trabajo conjunto realizado entre las corporaciones federales y locales, ha sido determinante en la obtención de logros en materia de seguridad, por lo que el Gobierno estatal seguirá colaborando con ellas en pro del bienestar de la ciudadanía”, dijo la mandataria ayer.
El mensaje resulta importante en medio de esta nueva serie de choques criminales en los que han entrado para contenerlos tanto la Secretaría de Seguridad Pública Estatal como la Fiscalía General, con todo el respaldo de la Secretaría de la Defensa Nacional, que ahora además de tener adscrito al Ejército y Fuerza Área como comandancias generales, también tendrá a la Guardia Nacional de manera formal e institucional.
Tenemos noticias de que la carrera de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) en Ciudad Juárez no sólo no desaparecerá, sino que será fortalecida con nuevos grupos e instalaciones propias. Hoy ocupa algunos salones que de mala gana cedieron los directivos de la Facultad de Ciencias Políticas.
Tenemos que habrá una serie de estrategias que implementará el rector de la UACH, Luis Rivera Campos, para reforzar los programas educativos que se ofrecen en esta frontera, y que incluyen Derecho.
Conocedor por experiencia propia de los requerimientos necesarios para ofertar esta carrera, Luis Rivera ya trae en mente apoyar con infraestructura moderna y propia que abarque las exigencias de quienes aspiran a convertirse en abogados en Ciudad Juárez, o por qué no mencionarlo, cursar por una de las carreras que mayor demanda tienen a nivel nacional.
Sin duda, el interés del rector es demostrar que la UACH no solo tiene presencia con Ciencias Políticas y Sociales en Ciudad Juárez. Las Facultades de Medicina y Derecho también son su prioridad, por lo que no se descarta que la próxima semana venga Rivera Campos a supervisar avances y de paso jalar algunas orejitas.
Junto con el excandidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya, son el exgobernador de Chihuahua Javier Corral y el exalcalde de Boca del Río, Veracruz, Miguel Ángel Yunes Márquez, las peores vergüenzas de la Comisión de Justicia del Senado de la República, instalada la tarde del pasado jueves.
Corral Jurado, expanista y neomorenista; y Yunes, en proceso de expulsión del PAN por su traición al bloque que pretendía impedir la reforma judicial, son respectivamente presidente y secretario del órgano de dictamen legislativo encargado de resolver asuntos relacionados con la justicia.
Con 19 integrantes en total, la comisión destacó por tener a esos dos que enfrentan procedimientos penales de los que los libró el fuero, ambos beneficiarios de la impunidad que puede ofrecerles el régimen morenista.
Los demás senadores no son blancas palomitas, hay botones de muestra que dan la misma o más vergüenza, como la gandalla Carolina Viggiano del PRI, el morenista hermano sin méritos de Ricardo Monreal, la multicolor Alejandra Barrales o el mismo Anaya Cortés, exiliado seis años del país después de que sus negocios turbios salieron a flote durante la campaña de 2018.
Pero, sin duda, los más ilustres senadores que conforman la comisión son Corral y Yunes, ambos con larga cola que la justicia les pisó, hasta que el fuero los salvó.
De las 392 reservas al articulado de reforma constitucional en materia de Guardia Nacional, solo una aceptaron los diputados de Morena-Verde-PT.
Hubo reservas no solo del PAN, del PRI y Movimiento Ciudadano, quienes presentaron el grueso, sino también de militantes de la Cuarta Transformación, como la diputada juarense Lilia Aguilar.
Las reservas de ésta, como otros actores guindas, muy bien pudieron ser aceptadas, porque eran meramente cosméticas, no tocaban el fondo de la reforma, como si lo hacían los diputados de oposición.
Pero ni eso permitieron los legisladores de la mayoría; seguramente, aceptaron una reserva y la votaron en sentido afirmativo, solo para decir que sí las atendieron en el procedimiento legislativo, ante la forzosa impugnación que viene.
La reserva autorizada fue presentada por la legisladora Merary Villegas Sánchez, del grupo parlamentario de Morena, y como dijimos es insustancial, pura semántica.
Propuso que se eliminaran las palabras “de origen” de uno de los párrafos del artículo 21 constitucional, para dejar únicamente que el personal de la Guardia Nacional será militar, en lugar “de origen militar”.
Pudo haber sido la reserva de la diputada federal Lilia Aguilar la aceptada, o la de cualquier otro legislador cuatroteísta, pero no le tocó en suerte estar bien con el machuchón del momento que decidió la reserva agraciada.
El alcalde Cruz Pérez Cuéllar no ha tenido empacho en decir lo que siente y piensa sobre las acciones que, desde la Junta Municipal de Agua, sigue emprendiendo su director, Sergio Nevárez, al que desde el municipio ven con un empeño sistemático en contra.
Ayer, el morenista arremetió contra Nevárez, al que acusó de que “sigue trayendo adentro la amargura de la derrota en las elecciones”, por algunos spots en los que la JMAS denosta el trabajo municipal, en cuanto a limpieza de diques y el agua en pipas que entrega en colonias a donde no llega el servicio.
El edil morenista no busca la confrontación, pero tampoco es ningún dejado, nos dicen. Por eso, a Nevárez tal vez le caería bien centrarse en lo suyo, pues, además, no es nuevo que el Gobierno municipal tenga su propio programa de repartición del vital líquido a través de sus cisternas. Qué necesidad de pelearse, para qué tanto problema.
Como lo anticipamos el 29 de agosto en La Columna, hubo humo blanco y cero sobresaltos en la elección de los directores de los cuatro institutos que conforman la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
Habíamos adelantado que en la contienda por el Instituto de Ciencias Sociales y Administración, los abogados llevaban la delantera; finalmente fue electo Jesús Meza Vega, quien pasa de Comunicación en la Rectoría a dirigir el ICSA, tras dejar atrás a Hernán Herrera.
En el Instituto de Ciencias Biomédicas (ICB), se impuso sin problemas Tania Hernández sobre Sergio Soltero, en un proceso de unidad ejemplar entre los doctores.
Además, en el Instituto de Ingeniería y Tecnología, resultó electo Edwin Adán Martínez, en lo que fue tal vez el proceso de sucesión más complicado de los pilares de la UACJ, por aquello del nerviosismo que mostró el saliente Juan Hernández Paz.
Finalmente, en el Instituto de Arquitectura, Diseño y Arte (IADA), salió avante Fausto Enrique Aguirre Escárcega sobre René Saucedo, también en un ambiente ejemplar y sin problemas.
La Columna De El Diario