By Staff
La boxeadora admitió que estaba pasando por un cuadro de depresión que la llevó a pensar en retirarse, y que participó en el combate ante Jessica McCaskill casi en contra de su voluntad
La boxeadora mexicana Alma Ibarra disputó este sábado lo que fue su última pelea como pugilista profesional frente a Jessica McCaskill, luego que ella misma anunciara este martes su retiro de los cuadriláteros.
Aunque era algo que había pensado hacer desde hace un tiempo, el combate contra McCaskill la llevó a un punto de desesperación tan alto que rogó para que detuvieran la pelea, pues como ella misma dijo quería llegar con vida a su casa.
“Es fácil criticar sin saber el trasfondo de las cosas. Desde hace seis meses entré en una depresión y me era muy difícil inclusive levantarme de la cama a entrenar y había decidido retirarme. Me dejé convencer de que no era lo correcto sin buscar ayuda”, confesó Ibarra.
En medio de la diatriba surgió la oportunidad de pelear nuevamente y notó la esperanza de lograr todo por lo que había trabajado durante más de 10 años.
“Acepté la pelea y fue tal vez uno de los errores más grandes que cometí, ya que fueron semanas muy complicadas. Tuvimos un cierre de campamento increíble el cual nos ilusionaba. Físicamente nunca había estado mejor, pero algo en el fondo de mí seguía sin estar bien. Lo ignoré y en el momento crucial mi mente colapsó”, agregó Alma Ibarra.
En el combate de este sábado McCaskill siempre se mostró superior y logró impactar en múltiples ocasiones contra la humanidad de la boxeadora mexicana. Es por eso que justo antes de iniciar el cuarto asalto, Ibarra suplicó para ponerle fin al combate
No, no. Yo solo quiero llegar con vida a mi casa“, le dijo la mexicana al entrenador Jorge Capetillo, y fue entonces cuando el juez detuvo el combate.
“Yo debí haber abandonado mucho antes, cuando sentí que todo era demasiado, pero suelo complacer a todos antes que a mi, hasta el sábado por la noche”, dijo Ibarra.
Fue justamente ese momento el que la hizo comprender que había llegado la hora de colgar los guantes y bajarse de los cuadriláteros.
“Después de 15 años le digo adiós al boxeo. Un retiro que había postergado por seis meses y hoy me da paz y tranquilidad que mi vida necesita“, concluyó.
Información Joan Camargo