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Ciudad Juárez.— “No vengan a la frontera con Estados Unidos. Serán regresados a México… Quédense donde están”, fue el llamado que hizo ayer el Gobierno de Joe Biden a los migrantes venezolanos, después de que más de 400 de ellos han sido expulsados bajo el Título 42 durante los últimos tres días a Ciudad Juárez, tras un acuerdo con el Gobierno federal.

Después de haber sido devueltos a esta frontera sin ropa, sin dinero, de haber permanecido días bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza, y en algunos casos separados de sus parejas, un grupo de ellos, decenas de ellos llegaron ayer hasta el bordo del río Bravo para manifestarse de manera pacífica.

Parados frente al muro fronterizo, bajo el puente internacional Paso del Norte, los sudamericanos se pronunciaron contra el nuevo proceso anunciado por los gobiernos de Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador la tarde del pasado miércoles 12 de octubre, y destacaron que ellos ingresaron a Estados Unidos antes de que la medida fueran dada a conocer.

Al grito de “entramos el 10 (de octubre), no entramos el 12”, los migrantes, vestidos con pantaloneras grises, huaraches y calcetas que les fueron regaladas ayer en una iglesia, pidieron el apoyo de las organizaciones e hicieron un llamado al Gobierno de Biden para ser admitidos.

“No sabemos qué calidad tenemos, de expulsados y de exportados… queremos hacer un llamado a todas las autoridades, a todos los defensores de los derechos humanos, a todos los defensores internacionales (…) no sabemos en qué calidad quedamos nosotros en este momento, la mayoría entramos el 10 y lo podemos constatar con nuestros brazaletes, que tiene la fecha de ingreso que entramos el 10, no entramos el 12”, señaló Jesús Rivero, de 26 años de edad.

Parado frente al grupo de venezolanos expulsados tras haber cruzado el río internacional entre México y Estados Unidos, el originario de Yaracuy, Venezuela, denunció que ambos gobiernos federales los dejaron en el limbo.

“No sabemos qué hacer, estamos en el limbo, Estados Unidos no nos da una solución y México tampoco”, reclamó al hacer un llamado “al presidente Joe Biden, a que reflexione, un llamado a la sensatez, a la coherencia y a la rectitud, entramos el 10, no entramos el 12”.

De acuerdo con lo informado la tarde del 12 de octubre por el secretario de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), Alejandro N. Mayorkas, y el Gobierno Mexicano a través de un comunicado emitido en conjunto por la Secretaría de Gobernación, Relaciones Exteriores y el Instituto Nacional de Migración, Estados Unidos expulsará a través del Título 42, una política sanitaria que argumenta que los migrantes representan “un grave riesgo” para la propagación del Covid-19, a las personas de Venezuela que ingresen de manera irregular a través de las fronteras mexicanas, así como a aquellas que no cuenten con un patrocinador económico.

El Gobierno de Biden aceptará a 24 mil venezolanos, pero sólo será vía aérea tras un registro previo, para reducir la cantidad de personas que llegan a través de la frontera con México, “y crear un proceso más ordenado y seguro para las personas que huyen de la crisis humanitaria y económica en Venezuela”. Estados Unidos y México están reforzando sus operaciones coercitivas coordinadas para atacar a las organizaciones de contrabando de personas y llevarlas ante la justicia, informó DHS.

Para el secretario Mayorkas, las nuevas acciones anunciadas “dejan en claro que existe una forma legal y ordenada para que los venezolanos ingresen a los Estados Unidos, y la entrada legal es la única forma”.

Argumentó que la campaña incluirá nuevos puntos de control de migración, recursos y personal adicionales, objetivos conjuntos de organizaciones de contrabando de personas y mayor intercambio de información relacionada con nodos de tránsito, hoteles, escondites y lugares de preparación. Y que Estados Unidos también planea ofrecer asistencia de seguridad adicional para ayudar a los socios regionales a abordar los desafíos migratorios en el Tapón de Darién.

A través de un comunicado emitido por el Servicio Jesuita a Migrantes México, Servicio Jesuita a Refugiados México y el Instituto Fronterizo Esperanza (Hope), se informó que fueron aproximadamente 130 el miércoles y 200 más el jueves los que se vieron afectados por la apelación a la aplicación del Título 42.

Las organizaciones de ambos lados de la frontera que trabajan a favor de los migrantes en Ciudad Juárez denunciaron que la expansión del Título 42 para que contemple a las personas venezolanas es un abuso de una orden de salud pública para disuadir a quienes son solicitantes de asilo o necesitan protección, sin ninguna base legal o moral en un momento en donde dicha nacionalidad es la segunda con mayor presencia en la frontera norte.

Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos pidió ayer a los venezolanos a través de un comunicado de prensa: “quédense donde están, conserven su pasaporte en buen estado, y visiten uscis.gov/es/venezuela para obtener más información sobre cómo pueden entrar de manera legal a los Estados Unidos mediante este nuevo programa”, agregó el Gobierno de Biden; sin embargo, hasta ayer dicho enlace no daba una opción de registro.

Desde inicios de septiembre, durante las 24 horas del día se pueden observar grupos de migrantes, principalmente venezolanos, que arriban al bordo mexicano para cruzar el ligero cauce internacional e ingresar a Estados Unidos en busca de asilo. Según datos de la Patrulla Fronteriza, hasta el 12 de octubre en promedio eran registrados 2 mil 100 encuentros diarios de migrantes en el Sector El Paso, mil de ellos de origen venezolano.

Manuel Sáenz / El Diario de Juárez / Decenas de ellos deambulan por la zona cercana al puente Santa Fe, por donde fueron devueltosHérika Martínez PradoEl Diario de Juárez

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