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California, Nueva York, Texas, Arizona, entre otros estados tienen las ciudades donde la oficina de Inmigración y Control de Aduanas ha aumentado considerablemente la vigilancia extrema de inmigrantes bajo sistemas electrónicos, incluida la aplicación SmartLink, lo que ha causado frustración y temor entre no ciudadanos y sus familias

Carlos lleva tres años bajo extrema vigilancia de la agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y aunque reconoce que es importante estar con su familia, el ser “perseguido” las 24 horas ha generado frustración y miedo a él y su familia.

Este inmigrante mexicano forma parte de una de las formas alternativas a la detención (ATD) de la agencia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la cual ha crecido hasta más del 1,000% en algunas ciudades, como Phoenix, Arizona.

“Llego un poco más tarde de mi hora de mi trabajo y mis hijas preguntan a su mamá: ‘¿a qué horas va a llegar?’, que qué me pasó, pues lo que hace mi esposa es marcarme”, contó Carlos al podcast El Diario Sin Límites. “En cuanto toco la puerta y me abrazan… es esa frustración, es difícil explicarlo, tienes que estar en esa situación, se despierta uno inciertamente [sobre] qué va a pasar con uno”.

Durante el Gobierno del presidente Joe Biden, las ATD han aumentado y aunque ha sido una batalla de defensores de inmigrantes para evitar el encarcelamiento, las nuevas tácticas no tienen satisfechos a los activistas, ya que las consideran invasivas, como lo indica el reporte “Tracked and Trapped” (“Rastreado y Atrapado”), realizado por 14 organizaciones que trabajan con no ciudadanos.

Los estados que registran mayor aumento, según el reporte, son Texas, California, Nueva York, Arizona, Massachusetts.

Sin embargo, hay 10 ciudades que destacan en esas entidades, debido al incremento significativo del porcentaje de inmigrantes que tienen un grillete con GPS, son monitoreados con la aplicación de celular SmartLink o deben llamar y aceptar llamadas de agentes de ICE a cualquier hora. Esas estrategias forman parte de la política también llamada Programa de Apariencia de Supervisión Intensiva (ISAP).

En Phoenix el programa creció 1,095%; en El Paso 401%; en San Antonio 364%; en Boston 258%; en Dallas 133%; en Denver 121%; en Nueva York 120%; en Philadelphia 115%; en Miami 104% y en Newark 91%.
El incremento se reporta en varias entidades, incluida California, donde hay tres ciudades clave con aumentos de vigilancia extrema de inmigrantes: San Diego con un alza del 68.87%, Los Ángeles con 38.85% y San Francisco 33.65%.

Durante el último año, la Administración Biden ha ampliado rápidamente el programa denominado ‘Alternativas a la detención’ (ATD)”, señala el reporte. “Este programa de monitoreo electrónico ahora tiene más de 227,000 inmigrantes bajo vigilancia constante a partir de abril de 2022, más del doble del número inscrito en el programa cuando el presidente Biden asumió el cargo”.

City Limits · ¿Cómo es vivir siendo monitoreado por el programa alternativo a la detención (ATD)?
Una libertad engañosa
El informe señala que el ISAP es presumido por las autoridades como una “alternativa” a los abusos en prisión, pero los activistas consideran que, en realidad, la política “amplía el alcance carcelario de ICE”, además de reforzar todas las formas de detener a inmigrantes.

“El programa de monitoreo electrónico de ICE no es más que ‘migajas hacia la libertad’ que mantiene a los inmigrantes en jaulas digitales”, indica el reporte. “Nos conformaremos con nada al menos que sea el fin de la criminalización de la inmigración. La única verdadera alternativa a la detención es libertad”.

El reporte fue realizado por las organizaciones African Bureau for Immigration and Social Affairs (ABISA), Boston Immigration Justice and Accountability Network (BIJAN), Community Justice Exchange, Detention Watch Network, Envision Freedom Fund, Freedom for Immigrants, GLAHR, Just Futures Law, La Resistencia, Long Beach Immigrant Rights Coalition (LBIRC), Mijente, Organized Communities Against Deportations (OCAD) y Youth Justice Coalition.

“Este informe destaca el precio insoportable que el monitoreo electrónico de ICE cobra a las comunidades de inmigrantes, subrayando la necesidad de un cambio transformador en nuestro enfoque sobre inmigración”, se apunta. “A pesar de las afirmaciones de ICE de lo contrario, las prisiones digitales son físicamente inhibidoras y dañinas para la salud y el bienestar”.

Carlos, por ejemplo, enfatiza que hay una vigilancia tan extrema que ha causado un miedo constante en él y su familia.

Somos una familia de cinco de México, hemos vivido en la Inland Empire, en el sur de California, desde que nuestras hijas nacieron. Fui detenido y liberado bajo fianza en octubre de 2019”, compartió. “He estado en el programa ISAP desde entonces y ha sido traumatizante, no solamente para mí, sino para toda mi familia. Supuestamente estoy libre, pero realmente no lo estoy”.

Las organizaciones temen que ICE incremente considerablemente este programa, debido a la petición de más de $500 millones de dólares al Congreso, por lo que piden a los legisladores no aprobar esos fondos, además de mantener la presión de la Administración Biden para terminar con la persecución de los inmigrantes.

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