By Staff
Las autoridades no han dado un parte oficial de lo que pasó. Las primeras informaciones señalan que la reconocida exdeportista fue herida y murió luego.
(
(Lo que se sabe del asesinato de Luz Mery Tristán: hay un sospechoso)
Versiones preliminares advierten que fue herida por su pareja sentimental. Hasta ahora, el crimen ya deja un hombre capturado, de quien no se ha revelado la identidad.
La deportista colombiana se destacó en el patinaje. En 1979, uno de sus mejores años, Tristán logró ser subcampeona en el Nacional de Pereira, pero luego logró tres títulos panamericanos, un campeonato iberoamericano en Argentina y dos terceros lugares en los mundiales de Italia y Nueva Zelanda.
Antes del Mundial de Bello, Antioquia, batió el registro de la italiana M. R. Falgianni, para los 2.000 metros. Su registro fue de 3 min 07 s 40 s. Y en los 5.000 metros por puntos se llevó, en ese campeonato, la medalla de oro.
Llegó al patinaje porque siempre le gustó el deporte. En el colegio jugó voleibol, baloncesto y se puso los patines, que no eran los mejores. Por eso se los pidió a una tía que vivía en Estados Unidos.
Un amigo jugaba hockey, la vio patinando y la llevó a la Liga. Allá la recibió Carlos Zota, su primer técnico en el Valle. Sus padres aceptaron que entrenara, pero le advirtieron que si no rendía en los estudios no podía seguir.
“El problema del patinaje es la falta de apoyo. Los deportistas del Valle necesitamos un patinódromo”, dijo Tristán en esa época, fue en la calle 39 con novena, para patinaje de carreras. Una pista muy peligrosa; tanto, que la llamaron el ‘matadero’.
En 1980 logró, en Cali, sus primeros títulos. Ganó, esa vez, el oro en los 500, 1.500, 3.000, 5.000 y 10.000 metros, era la primera vez que las mujeres competían. Su rendimiento era como el de un hombre, pues entrenaba con ellos. No tenía rival en el país.
En 1981 fue al Mundial de Bélgica, en el que ocupó la casilla 20. Dos años después ganó el oro en el Panamericano en Brasil.
Siempre fue una deportista que peleó por las mejores condiciones de los atletas, por eso varios dirigentes la vieron como una ‘piedra en el zapato’.
“Trato de buscar ayuda por otros medios y eso no me lo perdonan. La Liga misma ha aceptado que el nivel no es de carácter mundial”, afirmó.
Se cambió de club y de Liga, porque no la iba con el entrenador, Zota. Por eso, por su rebeldía, se fue a buscar mejores horizontes. Fue a Risaralda.
La empresa privada siempre la apoyó desde el comienzo. Se casó con Mario, su esposo, sus empresas apoyaron al patinaje.
Los problemas continuaron. La atacaban mucho porque Luz Mery peleaba por ella, por los demás, y compartía. Se sintió perseguida.
Le gustaban los idiomas. Sabía inglés, aprendió el italiano e hizo amigos. Fue a donde los italianos y se quedó por tres meses. Aprendió a mejorar su técnica y la capacidad de sufrimiento.
Entrenó y compitió en Europa. Llegaba atrás, pero mejoró. Le dijeron que estaban entrenando a una persona que después les iba a ganar. Y así fue.
El ciclismo
Por la envidia, las intrigas y los ataques que recibía decidió irse a practicar el ciclismo. Llegó en 1986 por las diferencias con los dirigentes del patinaje y se va para las bielas y los pedales.
Ella montaba bicicleta, pero no era su deporte. Siempre iba adelante, rodaba parejo. Fue a un chequeo y quedó. Las condiciones no eran las mejores, pero pedaleaba.
Pero para ella el ciclismo fue primero. Luis Herrera dominaba las montañas y ella se aficionó.
Fue invitada a participar en un equipo femenino de ciclismo dirigido por Efraín Forero Triviño, el ‘Zipa’, para disputar el Tour de Francia, algo que no era tradicional en el país.
Fue en 1986, carrera que fue ganada por Maria Canins, una esquiadora italiana que, a sus 37 años, regresaba como campeona defensora de la prueba.
El equipo colombiano estuvo integrado por Rosa Emma Rodríguez, quien fue la mejor al terminar en la casilla 68.
Tristán tenía 23 años, era una novata, pero se defendió de la mejor manera, y acabó en la casilla 70.
Rosa María Aponte, la ‘Pitufa’, fue 76; además corrieron Libia Ortega y Flor Inés López.
Las victorias
Nació en Pereira el primero de julio de 1963, pero un mes después sus padres se trasladaron a Cali, tierra en la que creció.
Por sugerencia de un amigo, Tristán hizo parte de la Liga de Patinaje y pronto comenzó a dar resultados.
Foto: Instagram de Luz Mery Tristán
Logró el título nacional en 1980; eso la impulsó para seguir en ese deporte, por lo que dominó el patinaje por esos años.
Tras competir en el Tour, la colombiana llegó al patinaje de velocidad.
En 1987, en Bogotá, superó por 16 segundos la marca vigente para la prueba de los 2.000 metros, y bajó el registro en los 500 metros por 59 milésimas de segundo.
Fue a los Juegos Panamericanos de Indianápolis y ganó el oro en los 5.000 metros y ganó el bronce con el equipo de relevos. Y en Bello fue oro en los 5.000 metros.
Luego de su retiro, Luz Mery Tristán se dedicó a labores personales.
Sacó al mercado una línea de ropa deportivo y creó una escuela de patinaje en Cali que lleva su nombre y que les ha dado la oportunidad a varios atletas del Valle del Cauca de ir a varios certámenes internacionales.
Dentro de ese grupo de deportistas destacados están Daniela Mendoza, Rommy Muñoz, Sebastián Garcés y Johana Viveros.